Introducción
El gazpacho andaluz receta de la abuela es mucho más que una sopa fría: es un símbolo de verano, tradición y cocina consciente. Con pocos ingredientes —tomate maduro, pepino, pimiento, ajo, pan, aceite de oliva y vinagre— se logra un plato hidratante, nutritivo y tremendamente sabroso. ¿El objetivo en 2025? Prepararlo de forma fácil y consistente, con textura sedosa y sabor equilibrado, respetando el legado familiar pero aprovechando pequeñas mejoras: un buen emulsionado, un colado rápido y un reposo suficiente en frío. En esta guía encontrarás la lista de ingredientes, el paso a paso, trucos prácticos, valores nutricionales y respuestas a dudas comunes para que tu gazpacho siempre quede “de abuela”.
Ingredientes: gazpacho andaluz receta de la abuela
Para 4 raciones generosas.
- 1 kg de tomates muy maduros (rama o pera)
- ½ pepino mediano (pelado parcialmente si su piel es dura)
- 1 pimiento verde italiano (sin semillas)
- ¼ de cebolla dulce o cebolleta (opcional, da suavidad)
- 1 diente de ajo pequeño, sin germen
- 60–80 g de miga de pan del día anterior (remojada y bien escurrida)
- 60 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE) frutado medio
- 20–25 ml de vinagre de Jerez (o manzana, si prefieres más suavidad)
- 150–250 ml de agua muy fría o unos cubos de hielo
- 1 cucharadita rasa de sal (ajusta al gusto)

Selección de tomates y hortalizas para gazpacho andaluz receta de la abuela
Elige tomates aromáticos, de color intenso y piel fina. Si no son perfectos, compensa con un buen AOVE y un toque justo de vinagre. El pepino aporta frescor; retirarle parte de la piel reduce amargor. El pimiento verde debe usar-se con moderación para no dominar.
Pan, aceite y vinagre: el trío clásico del gazpacho andaluz receta de la abuela
El pan espesa sin “harinosidad” si lo remojas y escurres. El AOVE da brillo, untuosidad y aroma; añádelo al final en hilo fino para emulsión estable. El vinagre afina y eleva el dulzor del tomate: ve de menos a más.
Instrucciones: gazpacho andaluz receta de la abuela
Paso 1. Preparar, trocear y remojar
Lava todas las hortalizas. Corta los tomates en cuartos, el pepino en trozos, el pimiento en tiras y la cebolla en pluma fina. Retira el germen del ajo para evitar pungencia excesiva. Remoja la miga de pan con 2–3 cucharadas de agua fría y escurre presionando con la mano: debe quedar húmeda, no chorreante.
Paso 2. Triturar y salar
Coloca en la licuadora o vaso batidor los tomates con la sal y tritura 30–40 segundos. Añade pepino, pimiento, cebolla y el ajo; tritura 1 minuto más, hasta obtener una base homogénea. Incorpora el pan escurrido y vuelve a triturar 30–40 segundos para integrar el cuerpo.
Paso 3. Emulsionar el gazpacho andaluz receta de la abuela
Con la máquina en marcha a velocidad media-alta, vierte el AOVE en hilo fino durante 30–40 segundos. Esa incorporación lenta crea una emulsión estable, responsable de la textura “aterciopelada” que tanto se asocia a la receta de la abuela. Agrega el vinagre y mezcla 10 segundos más.
Paso 4. Ajustar textura y colar
Añade el agua muy fría (o unos cubos de hielo) poco a poco hasta la densidad deseada: ni tan espeso como un salmorejo ni tan líquido como un zumo. Si buscas un acabado sedoso, pasa el gazpacho por un colador fino o chino, empujando con espátula. Prueba y rectifica de sal y vinagre.
Paso 5. Reposar y servir muy frío
Vierte en una jarra, cubre y refrigera al menos 2 horas. El reposo integra sabores y fija la emulsión. Sirve en cuencos o vasos con un hilo de AOVE por encima. Si te gusta la guarnición clásica (picatostes, dados de pepino, jamón, huevo duro), sírvela aparte para no “traicionar” la textura.

Consejos y Trucos: gazpacho andaluz receta de la abuela
Madurez y temperatura: los dos focus del gazpacho andaluz receta de la abuela
La madurez del tomate marca el 80% del sabor. Si están discretos, compensa con una pizca de azúcar o, mejor, con un chorrito extra de vinagre de Jerez y un excelente AOVE. Sirve siempre muy frío: vasos preenfriados y jarra en la parte más fresca del frigorífico.
Equilibrio de acidez y ajo
Desgerminar el ajo evita agresividad. Si aun así quedó “subido”, añade un poco más de tomate y emulsiona 10 segundos. El vinagre es el contrapunto: empieza con 15–20 ml y sube a tu gusto; recuerda que en frío la acidez se percibe menos.
Textura sedosa garantizada
Si la piel del tomate es gruesa o tu batidora no es muy potente, pela tomates y pepino. Aun así, el colado sigue siendo el gran truco de las abuelas para una sedosidad impecable. Y no olvides el AOVE en hilo: más que la cantidad, importa el cómo lo incorporas.
Variantes fieles al espíritu andaluz
- Más ligero: reduce pan a 30–40 g y aumenta pepino.
- Más cuerpo: sube pan a 100 g y reduce agua.
- Aromas suaves: sustituye parte del pimiento verde por uno rojo dulce para un perfil más afrutado.
- Thermomix o robots potentes: tiempos más cortos; controla que la fricción no temple el gazpacho (añade hielo si hace calor).
Información Nutricional: gazpacho andaluz receta de la abuela
Calorías y macronutrientes
Por ración (~250 ml): 110–150 kcal (según AOVE y pan). Hidratos moderados del pan y la verdura; grasas saludables monoinsaturadas del AOVE; proteína vegetal ligera y buena dosis de fibra. Es un entrante saciante sin ser pesado.
Micronutrientes destacados
Rico en vitamina C y A, potasio y antioxidantes como el licopeno del tomate, cuyo aprovechamiento mejora con la presencia de AOVE. Alto contenido de agua y sales minerales: perfecto para hidratar y recuperar en días calurosos.
Ajustes a objetivos
- Más ligero: menos pan, un poco más de pepino y agua; mantén el hilo de AOVE para la emulsión.
- Más energético: añade pan hasta 100 g y acompaña con huevo duro o jamón aparte.
- Sin gluten: usa pan sin gluten del día anterior o prescinde del pan y espesa con un poco de tomate extra y un colado más breve.

Preguntas Frecuentes: gazpacho andaluz receta de la abuela
¿Se puede hacer sin pan y seguir siendo gazpacho andaluz receta de la abuela?
Perderás parte del cuerpo tradicional, pero puedes acercarte a la textura aumentando tomate y emulsionando a conciencia. Otra opción es añadir 4–5 almendras crudas peladas para dar ligera untuosidad sin alterar el sabor.
¿Es necesario pelar tomates y pepino para el gazpacho andaluz receta de la abuela?
No siempre. Si las pieles son finas y tu batidora es potente, basta con colar. Si la piel es gruesa o buscas un acabado ultra liso, pélalos. Pela siempre si notas amargor en la piel del pepino.
¿Conservación y congelado del gazpacho andaluz receta de la abuela?
Se conserva 2–3 días en nevera, bien tapado. No es ideal congelarlo: al descongelar puede separarse y perder brillo. Si se separa en frío, mezcla unos segundos con batidor o licuadora para “revivir” la emulsión.
¿Puedo prepararlo en Thermomix sin “traicionar” la receta?
Sí. Tritura primero tomates con sal, luego el resto; incorpora el AOVE al final en hilo por el bocal a velocidad media-alta. Controla la temperatura: añade hielo para mantenerlo frío durante el proceso.
Conclusión
El secreto del gazpacho andaluz receta de la abuela no es un truco oculto, sino la suma de pequeños gestos: elegir tomates excelentes, desgerminar el ajo, remojar y escurrir bien el pan, emulsionar el AOVE en hilo y dejar reposar en frío. Con estas claves, obtendrás un color vivo, un brillo apetecible y una textura sedosa que honra el recetario familiar. Adáptalo a tu despensa y a tu equipo, pero mantén la esencia: equilibrio entre dulzor del tomate, acidez del vinagre y redondez del aceite. Sirve muy frío, ofrece las guarniciones aparte y disfruta de un clásico que —por algo— nunca pasa de moda.